Y cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda, respira con la confiada profundidad con la que respiraste el día cuando viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga; aguarda y aguarda más aún, quédate quieta en silencio y escucha a tu corazón, y cuando te hable, levántate y ve donde el te lleve..."
(Dónde el corazón te lleve, Susana Tamaro)
Disculpen la demora pero he identificado que estoy un poco apática para escribir en mi blog, y auqnue sí tengo muchas cosa que hacer, son en gran parte estas ganas de hacer nada las que me han detenido.
Estoy viviendome en una especie de melancolía estacionada y he identificado que posiblemente sea una depresión previa a los treinta (en agosto me convierto en una mujer XXX sí ¡¡¡Tres Equis!!!) y aunque he trabajado en el tema de manera "positiva" (sí, tratando de enfocarme en todo lo que he logrado), no puedo dejar de mirar lo que no he hecho y las metas que no he cumplido, y no como exigencia de "tengo que hacerlo", sino como de ¿porqué no lo hice?
Un profesor muy querido siempre ha dicho que el hubiera es el tiempo pendejo (sí así como hay tiempo presente o futuro), y que no vale la pena insertarnos en él. Sin embargo no he podido encontrar el equilibrio o el punto medio para retomarme y salir de este sin sabor cotidiano con forma de todo y nada.
No tengo ganas de arreglarme, ni de hacer nada, voy a trabajar y la maestría porque son compromisos adquiridos y son parte de la supervivencia, pero no me siento motivada a o con ese impulso creador. Sin embargo y a pesar de estar así, aún tengo la fe y esperanza en que es un estado pasajero y que como tal en algún momento se irá.... pero se aceptan sugerencias para que se vaya más rápido.
Así que sugerencias... vienen bien en este momento.
Un abrazo y lindo día,
María
PD. La terapia profesional no es opción ¿eh? ya me estoy aplicando en ella :)